La Palabra de Dios inspirada por el EspĂritu Santo
En este mes la revista ha sido dedicada a reflexionar en los libros deuterocanĂłnicos de la Biblia. Son aquellos libros que entraron en el canon en un segundo momento como su nombre en griego lo expresa. Los textos canĂłnicos son aquellos que son reconocidos como inspirados por Dios. Son aquellos libros que configuran la Biblia y nos recuerdan que las Escrituras han sido inspiradas por el EspĂritu Santo y que, por tanto, lo necesitamos a Él para poder comprender su sentido en profundidad.
IntroducciĂłn:
Un miembro de la familia leer en voz alta la siguiente introducciĂłn.
Nos reunimos en familia para comprender la importancia del EspĂritu Santo para leer, comprender, interiorizar y dejarse transformar por la Palabra de Dios.Â
Lectura:
Leer en familia los versĂculos 20 y 21 del capĂtulo 1 de la Segunda Carta de Pedro.
«Sepan que ninguna profecĂa de la Escritura se puede interpretar por cuenta propia, porque ninguna profecĂa ha tenido su origen en la voluntad humana, sino que, dejándose llevar por el EspĂritu Santo, unos hombres hablaron de parte de Dios.» 2Pe 1, 20-21
MeditaciĂłn individual y familiar:
Se pueden servir de estas ideas para meditar sobre el texto antes leĂdo.
El texto que acabamos de leer, de la tradiciĂłn petrina, esconde una de las verdades más hermosas de la Biblia. La Escritura no tuvo su origen en voluntades humanas deseosas de escribir textos bellos. El origen de las Escrituras se encuentra en Dios. Él es el autor de la Biblia. Para manifestar su revelaciĂłn Dios se sirviĂł de hombre y mujeres quienes, movidos por el EspĂritu Santo, pusieron por escrito el mensaje de Dios.
Este hecho es una clave para nosotros para la lectura de los textos bĂblicos. A veces nos preguntamos: ÂżCĂłmo comprender mejor los textos bĂblicos? Los autores bĂblicos, al haber sido movidos por el EspĂritu para poner por escrito la revelaciĂłn de Dios, nos enseñan que la Ăşnica manera de comprender profundamente el mensaje de Dios es a travĂ©s del EspĂritu Santo.Â
Él es el que nos da el don de la sabidurĂa para comprender, no sĂłlo a nivel literal, sino que a nivel espiritual los diversos sentidos que tiene la Escritura. Por eso, al inicio de la lectura de la Biblia, es necesario invocar al EspĂritu Santo. Que sea Él el que nos ilumine, nos introduzca a las Escrituras, nos haga penetrar su sentido más profundo y nos permita comprender estos textos a la luz de nuestra propia vida de fe.
SĂłlo con la fuerza del EspĂritu la Escritura será para nosotros y para nuestra familia lo que dice San Pablo: «útil para la enseñanza, la persuasiĂłn, la correcciĂłn y la educaciĂłn en la rectitud, a fin de que el hombre de Dios estĂ© bien capacitado y equipado para realizar toda obra buena» 2Tim 3, 16-17. La Palabra de Dios conducirá nuestra vida y nuestra conducta si la leemos desde la sabidurĂa del EspĂritu. Si no, será para nosotros un texto antiguo y lejano que no influye nuestra vida y la vida de nuestros hijos.
Se pueden dejar unos minutos de silencio para la meditaciĂłn personal.
OraciĂłn:
Si se considera oportuno, se le puede sacar copias a la oraciĂłn para que cada uno pueda participar mejor.
EspĂritu de Verdad, EspĂritu Divino, venimos ante ti para pedirte que abras nuestro entendimiento y nuestro corazĂłn para comprender en profundidad las Escrituras. TĂş las inspiraste y por lo tanto tĂş nos mostrarás su sentido pleno. Te pedimos que desciendas a nuestra mente y alma y nos concedas el don de la sabidurĂa para interpretar los textos bĂblicos segĂşn tu luz y actualizarlos a nuestra vida segĂşn tu voluntad. AmĂ©n.
Compromiso:
DespuĂ©s de haber leĂdo, meditado y orado con la Palabra de Dios Ă©sta nos debe mover al compromiso. Propongámonos que, antes de leer cualquier texto bĂblico, hagamos una invocaciĂłn al EspĂritu Santo. Se puede utilizar la oraciĂłn que presentamos en este artĂculo, otra oraciĂłn al EspĂritu Santo que conozcamos o una oraciĂłn espontánea. De esta manera nuestra lectura será inspirada por el EspĂritu de Dios.